Método Lean Startup: Qué es y cómo aplicarlo en tu negocio

equipo de producto de una startup que sigue un proceso "lean" repetido de iteración (diseno, test, entrevista, analisis, diseno, test, entrevista, analisis, diseno, test…) hacia encontrar el producto perfecto para su empresa

El método Lean Startup es uno de los que mejores resultados podrían darte a la hora de desarrollar tu producto y encontrar el camino a recorrer, y en el artículo de hoy te lo voy a demostrar. Toma nota y descubre este nuevo sistema.

¿Qué es la metodología de Lean Startup?

La metodología Lean Startup, acuñada por Eric Ries en su famoso libro, se basa en el desarrollo ágil de productos a través de un proceso iterativo de creación y validación en el mercado.

El núcleo de esta metodología es el Producto Mínimo Viable (MVP, por sus siglas en inglés), una versión básica del producto que se lanza al mercado lo antes posible para recibir retroalimentación directa de los usuarios. Esto permite a las empresas aprender qué funciona y qué no rápidamente, adaptándose y mejorando el producto en ciclos cortos de iteración.

El enfoque se centra en evitar el despilfarro de recursos, tanto en tiempo como en dinero, y en aprender de manera continua a través del aprendizaje validado.

Este aprendizaje se obtiene del feedback real y medible proporcionado por los clientes, y no solo de las predicciones o suposiciones del mercado. De esta manera, el Lean Startup promueve una gestión empresarial que es tanto eficiente como adaptativa, ideal para entornos inciertos y cambiantes que suelen enfrentar las startups.

¿Qué diferencia tiene con el método SCRUM?

Si has leído sobre el SCRUM en mi otro artículo, es posible que tengas serias dudas sobre las diferencias entre ambos. Te lo aclaro:

Lean Startup es más adecuado para entornos de alta incertidumbre donde el objetivo es validar un modelo de negocio o un producto con la mínima inversión posible.

Scrum, por otro lado, es un marco de trabajo más estructurado para gestionar proyectos y equipos en entornos de desarrollo donde ya existe una dirección clara pero se busca maximizar la eficiencia y la entrega de valor continuo.

Ambos métodos comparten principios de agilidad, pero se aplican en diferentes etapas y con distintos objetivos.

Veamos, entonces, cómo se aplica este sistema.

¿Cómo se hace el Lean Startup?

El proceso del Lean Startup se desarrolla en 3 etapas fundamentales que se repiten de manera cíclica, buscando siempre ajustar el producto o servicio a las necesidades reales del mercado con la mínima inversión de recursos. Voy a desglosarte cada una de estas fases para que entiendas cómo puedes aplicarlas en tu propia aventura empresarial.

1. Desarrollo de un Producto Mínimo Viable (MVP)

El primer paso en la metodología Lean Startup ya lo sabes: consiste en desarrollar un MVP. Una versión básica pero funcional de tu producto, que contiene solo las características esenciales para satisfacer a los primeros usuarios y obtener retroalimentación. No se trata de lanzar al mercado un producto PERFECTO, sino una base sobre la cual construir y mejorar.

El objetivo es validar las suposiciones básicas sobre tu negocio y entender si lo que estás ofreciendo resuelve un problema real de los clientes. ¿Necesitan realmente tu producto? ¿Estarían dispuestos a pagar por él? Estas son algunas de las preguntas clave que el MVP te ayuda a responder.

Por ejemplo, si estás trabajando en una app para mejorar la gestión del tiempo, tu MVP podría ser una versión simplificada que solo incluya las funciones de programación y recordatorio. Lanzarlo rápidamente te permitirá ver si las personas encuentran útil la funcionalidad básica antes de añadir más características.

2. Retroalimentación y ajustes

Una vez que tu MVP esté en manos de los usuarios, el siguiente paso es recoger y analizar su feedback. Esto implica escuchar activamente lo que los usuarios aprecian del producto y lo que no. En esta etapa, eliminarás las funciones que no añaden valor y mejorarás las que sí lo hacen.

Esto te permitirá conocer mejor tu audiencia, y te dará la oportunidad de mejorar mucho tu producto. Puedes usar diversas herramientas para medir la respuesta del usuario, como encuestas, entrevistas, análisis de comportamiento en la app.

Por ejemplo, si descubres que los usuarios de tu app prefieren interfaces más intuitivas y menos cargadas, podrías simplificar el diseño en la próxima iteración del MVP.

3. Aprendizaje validado

La última fase del ciclo Lean Startup es el aprendizaje validado. Aquí es donde analizas toda la información que has recogido a través del MVP y la retroalimentación para hacer ajustes.

Es un proceso continuo de aprendizaje y mejora que puede llevarte a iterar tu MVP varias veces o incluso a cambiar de dirección (pivotar) si ves que el producto inicial no cumple con las necesidades del mercado.

El aprendizaje no es solo sobre el producto en sí, sino también sobre tus clientes y cómo tu solución encaja en el mercado. Cada ciclo debe proporcionarte insights más profundos que refinan tu propuesta de valor y estrategia comercial.

Con todo esto, conseguirás tarde o temprano un producto que sabes que gusta y funciona.

¿Cómo aplicarlo en el emprendimiento social?

Ahora que comprendes las fases del Lean Startup, si eres como yo y te interesa el emprendimiento social, quizá te preguntes cómo puedes aplicarlo en ese contexto.

Aquí te dejo algunas maneras prácticas de aplicar este método para potenciar tu emprendimiento social:

  1. Definición y prueba del MVP: Identifica la versión más simple de tu solución que pueda empezar a resolver el problema social muy concreto. Simplifica al máximo. Por ejemplo, si tu objetivo es reducir la desnutrición, un MVP podría ser un programa piloto de suplementos nutricionales en una comunidad específica.
  2. Recogida y análisis de feedback: Utiliza métodos como encuestas y grupos focales para recoger feedback de los beneficiarios. Este enfoque te permitirá ajustar tu proyecto para responder mejor a las necesidades reales de la comunidad.
  3. Iteración rápida: Aprovecha los aprendizajes de cada ciclo de feedback para realizar mejoras. En un contexto social, esto podría significar adaptar un programa de educación a las necesidades culturales específicas de cada región.
  4. Escala gradual: Una vez validado el modelo en pequeña escala, planifica una expansión más amplia que mantenga los principios y la calidad del servicio original.
  5. Uso de KPIs: Define indicadores de rendimiento clave (KPI) que reflejen el impacto social de tu proyecto, como mejoras en la educación, salud o bienestar económico de la comunidad.

Poco a poco, el método Lean Startup te irá ayudando a conseguir lo que buscas: un producto que sirve y que consigue cumplir con tus objetivos no solo de negocio, sino también de misión y visión en tu iniciativa de empresa social.

Recuerda que si estos temas te interesan, en mi newsletter te explicaré mucho más. Nos leemos dentro, ¡espero tus comentarios!

Volver arriba

Avatar de Tanguy

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *