Recuerdo aquella vez en la que empecé a plantearme dejar mi trabajo para emprender. Me sentía muy ilusionado, pero al mismo tiempo bastante frustrado… sabía que tenía por delante un gran reto, y lo peor es que no sabía muy bien por dónde tirar. Hoy te traigo una pequeña guía que podrás seguir para encontrar tu propio camino hacia ese propósito que tienes ardiendo en tu interior.
¿Qué quieres hacer?
Antes de lanzarte a la piscina del emprendimiento, debes tener claro qué tipo de negocio quieres crear. Tienes que decidir no solo qué vas a hacer o cómo, sino también hay que entender el mercado, el patrimonio que puedes invertir y hasta qué punto estás dispuesto a sacrificar temporalmente tu calidad de vida.
Pregúntate si tu idea resuelve un problema real y si hay mercado para ella. Considera tu experiencia y cómo puedes diferenciar tu oferta de la competencia. Esto no solo va sobre «seguir tu pasión», es un NEGOCIO, y tienes que asegurarte de que esa pasión tenga un retorno económico viable.
🤔 ¿Te sientes encallado?, pues lee mi guía que responde a lo típico de «quiero montar un negocio, pero no sé de qué«. También te recomiendo que te leas la de modelos de negocio.
Tus verdaderas motivaciones
Siempre he pensado que para tener éxito con los negocios hay que empezar por conocerse muy bien a uno mismo. Si no, harás las cosas sin saber por qué, y te tendrás que estampar más de una vez para aprender muchas cosas.
Es básico empezar teniendo una base firme de autocono-cimiento, que te sirva para saber por qué vas a hacer lo que haces, y de paso te servirá para motivarte mucho más.
Por tanto, tienes que reflexionar sobre tus motivaciones para emprender, tienes que estar seguro de que valdrá la pena, y que no se trata de un capricho momentáneo.
Muchas personas deciden emprender motivadas por la insatisfacción en sus trabajos actuales o por el deseo de un cambio en su estilo de vida. Reflexiona si alguna de estas razones resuena contigo:
- Estrés laboral: Si te sientes siempre estresado por las expectativas de otros, la falta de reconocimiento o simplemente por la rutina diaria, emprender te podría ofrecer un respiro y la posibilidad de controlar tu propio entorno laboral. Aunque ya te adelanto que NO es la mejor idea a corto plazo, ya que vas a tener que luchar mucho y muy duro al principio. Si estás estresado, puedes cambiar de trabajo y ya está.
- Necesidad de flexibilidad: La flexibilidad para tener tus propios horarios puede ser un gran aliciente. Si deseas pasar más tiempo con tu familia o dedicarte a otras pasiones, tener tu negocio podría ser la solución. De nuevo, esto es un ideal y no se aplica a todo el mundo. Para mantener un negocio a flote, a menudo hará falta echar muchas horas.
- Crecimiento personal y profesional: Si sientes que tu crecimiento está estancado y que tus capacidades no se están aprovechando, emprender te da la oportunidad de poner a prueba tus habilidades y aprender sin parar. Al fin y al cabo, te pones a prueba constantemente.
- Propósito: Emprender puede ser muy atractivo si tienes una visión o un deseo de conseguir hacer algo positivo para la sociedad o en un sector específico. Esto puede darte un sentido de propósito que, quizás, tu trabajo actual no te proporciona.
Teniendo todo esto en cuenta, considera los aspectos positivos y negativos de tu situación laboral actual. ¿Es tu deseo de emprender una respuesta a circunstancias temporales que podrían cambiar, o representa un anhelo por cambiar las cosas? Ser honesto contigo mismo sobre estas preguntas te ayudará a tomar una mejor decisión.
Si tienes más o menos claro que quieres emprender por las razones correctas, y que no se trata de algo temporal, estás en el camino adecuado. Ya podemos empezar a trabajar de verdad.
Reduce la incertidumbre al mínimo
El riesgo es una parte inevitable del emprendimiento, pero tu trabajo es minimizarlo tanto como sea posible. Por ejemplo, si estás pensando en abrir un bar, sabes que es un negocio ya muy establecido, con un mercado conocido y una demanda constante (al menos en España). Sin embargo, si tu idea es lanzar alguna tecnología nueva o un proyecto social, enfrentarás un nivel de incertidumbre mucho mayor.
Aquí entra en juego la importancia de la previsión.
Antes de dejar tu trabajo, asegúrate de que tu idea tiene tracción. Como se suele decir, no dejes una liana sin tener la siguiente bien cogida. Entraremos en esto con un poco más de detalle a continuación…
Los 5 pasos clave para hacerlo realidad
Ya está bien de tanto soñar. Si te pones manos a la obra, seguro que conseguirás hacerlo realidad muy pronto.
Empezar un negocio mientras mantienes tu empleo puede parecer muy duro, o incluso imposible, pero créeme que todo se puede conseguir si lo haces bien.
Aquí tienes un posible camino hacia ese futuro, paso por paso y sin quedarte al descubierto:
1. Producto Mínimo Viable (MVP)
El primer paso, después de tener bien clara tu idea, suele ser desarrollar un Producto Mínimo Viable o también dicho MVP. Este enfoque te permite lanzar una versión «funcional» de tu producto o servicio con la menor cantidad de recursos posibles.
La idea es ver cómo interactúa tu idea con el mercado, sin haber invertido demasiado (vamos, con el mínimo riesgo posible). Para desarrollarlo, recuerda que vas a tener que invertir ahí tus ratos libres y fines de semana, mientras trabajas.
Una vez que tienes tu MVP, es el momento de testearlo.
Por cierto, te pueden venir bien las metodologías como Scrum o Lean Startup para iterar rápidamente y mejorar tu producto basándote en el feedback real y continuo de los usuarios.
2. Testeando
Identifica un grupo de usuarios iniciales, que se suelen llamar también «early adopters», personas que están dispuestas a probar tu producto y darte su opinión sincera.
Este feedback es muy valioso, ya que te dará una perspectiva crítica sobre qué funciona, qué no y qué podría mejorar. Este paso es crucial para hacer ajustes necesarios antes de escalar tu oferta.
Considera, también, la posibilidad de entrevistar a tus clientes potenciales para conocer de primera mano todas sus inquietudes y necesidades sin cubrir.
3. Validación del mercado
La validación ocurre cuando tus primeros usuarios no solo prueban tu producto, sino que también muestran su disposición a pagar por él.
Esto puede ser a través de precompras, suscripciones o contratos firmados. Aquí es donde confirmas que tu producto tiene un mercado real y que hay un modelo de negocio viable detrás de tu idea.
4. Tracción
El siguiente paso es generar tracción. Comienza a observar métricas como el número de ventas, reservas y pedidos.
La tracción es una señal de que tu negocio está ganando impulso, y es un buen indicador de cuándo puedes comenzar a considerar la transición de tu trabajo diario a tiempo completo en tu emprendimiento.
Estas métricas te aportarán una base sólida de datos para tomar decisiones informadas sobre la expansión y el crecimiento.
5. Piensa en la financiación
Recuerda todo lo que te dije sobre la posibilidad de pedir préstamos y busca financiar tu empresa si lo ves necesario. Mejor si puedes tener algo sólido con lo que despegar.
¿Cuándo es el momento de dejar el trabajo?
El momento ideal para dejar tu trabajo llega cuando el nuevo proyecto está empezando a rendir y el tiempo que te demanda empieza a ser incompatible con tu trabajo actual. Es entonces cuando tienes que empezar a pensar en reducciones de jornadas, tiempos de excedencia o incluso en dejar el trabajo por completo.
Recuerda que debes tener suficiente confianza en que el negocio puede sostenerse y permitirte un crecimiento continuo antes de hacer esta transición.
De esta manera, no habrás «saltado al vacío» como les gusta decir a tantos empresarios en los pódcasts, sino que habrás hecho las cosas con planificación, estrategia y cabeza. Estarás más cerca que muchos de conseguir montar un negocio, ese negocio que tienes ardiendo dentro de ti desde hace tiempo.
Por cierto, si estás decidido a dejar tu negocio para emprender pronto, te puede ser muy útil lo que te comparto en mi newsletter. Inscríbete y recibirás una guía que te vendrá de lujo en un momento como este.
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